La pregunta

Interpelando(nos)

 

Nos acercamos con cautela, presintiendo que no todo estaba dicho en relación al ¿Qué? y el ¿Cómo? en la enseñanza de la danza.

Nos interesa conocer de qué están hechas sus-nuestras metodologías, quiénes son-somos, cómo viven-vivimos su-nuestro lugar como enseñantes de la danza.

Nos invade la curiosidad de aquello que les-nos hace empezar esta vivencia  hacia y con  lxs otrxs.

Nos inquieta  el lugar que ocupa el cuerpo en esta relación  de enseñar- aprender danza.

Cuestionamos la mirada normativa que determina qué cuerpos son viables, cuáles no son  aptos.

Nos interpela la supremacía de las técnicas, la domesticación del cuerpo.

Nos preocupa la violencia implícita de los métodos que imponen resultados socialmente convenientes.

Nos agobia la idea de que: -para aprender hay que sufrir-.

Rechazamos las relaciones de abuso de cualquier orden: físico, psíquico, moral, sexual, en el territorio del cuerpo-danza, decimos: ¡No!

Nos encanta sentir que al enseñar estamos aprendiendo, curioseando, desplegando potencial con otrxs. Hacemos espacio al error, a la prueba, a la duda.

Nos llena de gozo acoger en nuestras agendas, este transitar que pone en tesión lo binario.

Nos sentimos parte de un tejido, una mirada sensible, un cuerpo que escucha, el deseo de hacer/haciendo desde un espíritu crítico, reflexivo y amoroso.

Nos descubrimos hilando relaciones y vínculos en una polifonía de afectos.

Este libro, no-libro presentado hoy como archivos vivos en plataforma virtual, se construye, es un viaje hacia nosotras mismas. Partimos de nuestra necesidad de repensar nuestro aprendizaje y nuestra manera de integrar lo aprendido, para dar, transmitir, compartir; enseñar la danza.

Deseosas de expandir estos hallazgos no hemos dejado de indagar.

Optamos por no interpretar, ni juzgar, ni analizar, ni dar diciendo. Observamos, practicamos, preguntamos, transcribimos, comunicamos; establecemos diálogos y encuentros.

Decidimos no hablar de sino hablar con.

Y las preguntas vuelven

¿Hay una sola manera de enseñar danza?

¿Hay un solo cuerpo que aprende?

¿Hay un solo habitar el cuerpo que enseña, que aprende, que danza?

¿Hay una sola estética, poética, escritura del cuerpo para transmitir la danza en movimiento?

¿Hay una sola pregunta al momento de repensar la danza?

La pregunta tiene un lugar importante para nosotras, da sentido, nos reúne con otrxs en la infinita posibilidad de seguir aprendiendo. 

Para aperturar este proceso escogimos tres que nos convocan:

¿Qué es para ti bailar? ¿Enseñas lo que bailas? ¿Cómo aprendes?

Allá vamos…

Gabriela Paredes, Paulina Peñaherrera

(gapa)

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