Sofía Barriga Monteverde

Desde niña me encanta treparme a los árboles y a todos los lugares posibles, compartir y conocer el mundo que me rodea, la estrella del viaje me ha acompañado en mi caminar, dándome seguridad y libertad, y la posibilidad de aprender del mundo que me rodea. Me considero una persona sociable y curiosa del ser humano y de las experiencias que cruzo en mi caminar. Me interesa observar y aprender de cómo el cuerpo habla y el silencio nutre. Meditar y estar presente en mi respiración, los latidos de mi corazón me dan la presencia que necesito; contactarme con mi cuerpo, con mi energía y con los cuerpos y energías que me rodean encontrando una danza en comunidad a partir de ser sol ,y así, ser sistema solar es la vida misma. Salir del oculocentrismo y sentir que todos somos un mismo ser. Las montañas, la cordillera son mi casa. En los valles cercanos a Quito me siento feliz, en esta mitad del mundo en la que nací y en la que siento que mi espíritu se siente a gusto. En las faldas del Ilaló está mi casa y aún cuando viaje por todo el mundo siempre mi mente y mi corazón se sienten de este lugar. En mis sueños soy un pájaro que vuela muy alto y no tiene miedo de caer. En la vida real también vuelo y disfruto de la danza aérea que es mi pasión. Aunque me gustaría, algún día, dejar el arnés y la cuerda y volar desde un helicóptero en paracaídas y mejor aún si pudiera dejar todo aparato extra y salir volando libremente. Mi misión es la de amar, cuidar y valorar a todo este entramado de naturaleza y vida. Siento y agradezco infinitamente el amor que las personas tienen hacia mi. Amo a los animales, las plantas y la vida natural.