Enseñar lo que bailo, enseñar lo que bailo, enseñar lo que bailo… me llena de conflicto la palabra enseñar. Creo que tengo miedo a la educación, en mi recuerdo corporal están las palabras de una docente del colegio quien no dejaba de decirme que era tonta por abrir las patas, que la vida no es así de fácil como andar bailando y mostrando las piernas. Enseñar es meter en la cabeza algo o alguien, y no quiero caer en las trampas de la formalidad; prefiero la palabra contagiar; yo contagio lo que puedo y como puedo. Contagio cuando bailo, contagio cuando investigo, contagio cuando dirijo, contagio cuando bailamos con el mondongo en clases esporádicas, con las pequeñas en sus clases de ballet. Contagio con amor, sinceridad y responsabilidad; consciente de lo que sé y de lo que ignoro.