Paulina Peñaherrera
Tengo la memoria de haber estado siempre indagando, a ratos con el ceño fruncido, intentando entender las relaciones. Me marcaron los traslados de país en país desde mis 4 años. Fue extraño no saber cuáles eran mis raíces, sentirme diferente al resto, finalmente, qué alivio, solo pertenecer al mundo, ser parte de la naturaleza y del caos del universo. Sigo indagando, amo la somática en todas sus formas, como enfoque y abordaje del movimiento. Me encanta echarme en el suelo, escuchar las sensaciones cambiando. Me sorprenden las diferencias, pueden ser minúsculas y sutiles, pero siempre se dan, son la base de cualquier aprendizaje. Estoy convencida de que no hay una sola manera de existir… La danza abre el corazón y la mirada, depende de cómo queremos habitarla.