Desde las entrañas Moviendo el mondongo

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“Destrozada, paralizada, muerta. Al llorar solo se me movían la barriga, mis tripas, mi mondongo.”

 

En el 2017 se termina de asentar el primer borrador del movimiento de los órganos con la barriga como centro motor de movimiento y la violencia en el hecho escénico, a partir de un laboratorio de creación escénica dirigido por la Magister Consuelo Maldonado.

 

Este proceso cambió mi vida y la perspectiva con la que la miraba. Había atravesado por varios hechos-sucesos violentos en un tiempo corto, sin saber que se extenderían hasta el 2020. ¿Qué pasaba con mi barriga cuando la tristeza infinita me invadía? ¿Qué pasaba con mi barriga cuando me agarraban ataques de nostalgia o de ira? Pues la escena y la práctica me fueron revelando poco a poco que mi barriga es mi segundo cerebro y mi único corazón.

 

Me agarré de Ann Bogart y de Félix Guattari con sus “Micro políticas del deseo» y fui para adelante sin saber bien qué hacía y cuál sería el resultado. Nació entonces la vejez y su fragilidad, la muñeca, la máscara, la construcción, la mano factura, la comunidad, el otro, la indignación, la no indiferencia y la resistencia, acompañadas obviamente por la violencia que nos atraviesa al tomar cualquier decisión en la vida y en la escena junto a la querida barriga que ha permanecido incomprendida latiendo.

 

En el mondongo-tripa están mis emociones más oscuras; jamás las había podido sentir con tanto movimiento propio y controlador de vida-muerte. Mi vientre se desangraba psicológicamente por una muerte violenta, mi estómago empezó a crecer alimentado por las muertes siguientes; pero mi estado corporal y mental estaban subyugados por mi barriga, apareciendo el llanto. No entendía que estaba siguiendo mi instinto, no razonaba, solo existía. Fisiológicamente es una locura que olvidemos la existencia de más de 100 millones de células nerviosas que posee la barriga, que no solo controlan la digestión, también los músculos lisos, cardiaco y otras glándulas. La barriga es el gran productor de neurotransmisores. Las emociones están relacionadas íntimamente con los procesos fisiológicos más básicos de activación y desactivación del organismo. Parte del sistema nervioso trabaja controlando todos los sistemas viscerales como: vejiga, riñones, páncreas, hígado, corazón. Una de las funciones del mondongo es regular la eliminación de deshechos, lo inservible del cuerpo; una función maravillosamente asquerosa.

 

Luego de todo este viaje digestivo me dije:

“Lloro y luego me muevo, siento para existir”. “No soy exagerada, soy una humana
Pasional”.

 

Principios técnicos.

 

Mientras intentamos digerir el proceso interno de la barriga y su función nerviosa, muscular, emocional, sensorial, estamos listos para activar conscientemente el mondongo y sus vecinos viscerales preparados para darle el protagonismo que se merece, llegando a activar el abdomen y la respiración como eje de un nuevo movimiento que, posiblemente, permita decidir y sintetizar qué es lo que se desea mostrar-sentir. Se comenzó a indagar la barriga como centro motor tanto del movimiento como de las emociones ya que una contracción de la región abdominal repercute en el resto de extensiones corporales y extremidades, es decir el cuerpo sufre un cambio en su estructura con solamente respirar o contraer el abdomen. Por esta razón pensé en un calentamiento con respiraciones diafragmáticas en donde los impulsos de movimiento partirían principalmente de la barriga logrando, además, con la inhalación una tensión corporal y en exhalación una relajación; brindándome una cualidad distinta del movimiento, capaz de lograr traslados, velocidades y niveles espaciales.

 

¿Cómo calentar y preparar a mi barriga para un trabajo muscular interno, instintivo, sensorial?

No solamente con la respiración; el cuerpo necesita relajarse, no apretar. Buscamos la libertad del pellejo. Al contrario de buscar una contracción estética para hacer al cuerpo lo más recto y lineal posible; el calentamiento de la panza busca amigar, en un primer momento, al bailarín-humano con su naturaleza sin defensa. Es decir, buscamos ser “feos”, sacando cómodamente la barriga, guata, pellejo por medio de una cumbia y una especie de baile en donde toda mi barriga se moviliza con la imagen del latido del corazón capaz de repercutir en movimiento y pensamiento en mis caderas, piernas, torso, pecho, cuello, cabeza (todo mi cuerpo).

 

LA BARRIGA. –

 

Hay dos formas de activación:

  • Respiración

Inhalando, metiendo la barriga y exhalando sacando la barriga, si es necesario, ocupo mis manos para tocar y empujar mi barriga.

 

  • Músculo

Como un golpe independiente de la respiración, metiendo y sacando la barriga; alternando velocidades e intensidad.

En cualquiera de estas dos formas una vez que estén asumidas, puedo explorar el desplazamiento y el impulso de la barriga como este motor del movimiento. Aceptando la fragmentación corporal y el estado emocional que empieza a surgir a partir de mi barriga. Soy “yo” construyéndome para poder ficcionarme (ficción del yo) y en esta capacidad fisiológica instintiva emocional logro amigar a mi cuerpo con el sonido-movimiento, mi voz se mueve y suena fuerte, así como mis sonidos más básicos: respiración, salivación, digestión, expulsión. Yo no soy yo, soy un otro que se mueve hacia adentro, hablando desde adentro y sonando con todo su ser de Ser.

 

En resumen:

La barriga físicamente:

  • Me transforma y afea
  • Me desplaza y des territorializa
  • Me impulsa el movimiento
  • Me fragmenta
  • Me moviliza la mirada
  • Me altera la velocidad
  • Me da un sonido
  • Me da una voz interna

 

La barriga sentimentalmente:

  • Me da un yo
  • Me ficciona a ese yo
  • Me genera estados
  • Me genera emociones osscuras placenteras, violentas, náuseas, llanto, ira.
  • Me permite seguir el instinto

 

Gracias a esta investigación han nacido tres obras creadas con esta barriga: “DeLirios”, ¿Qué más me vas a preguntar? y “Ser para Sí”.

Las tres obras se componen de los mismos muertos y comparten, no solo la misma investigación, sino que la misma indignación, cabreo, llanto y desilusión auto provocada; es decir mis auto- sabotajes y mis propias trampas. Mostrándome el lado más perverso, oscuro del Ser humano. Cuestionando mis identidades, buscando gracias al Guattari desubjetivizarme en la escena, buscando seguir mi deseo para tener poder y permitirme ser libre, generando personajes, seres, humanidades. Esta bajeza humana me ha revelado la fragilidad y vulnerabilidad del ser, los brotes de bondad y los disparos violentos de amor incontenible hacia ese otro que me conforma y constituye sin darme cuenta.

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