Anotaciones de una clase con Cristhian Omar Masabanda

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Alternativas de convivencia y cuidado desde la danza.

“Poner el cuerpo, dar la cara, construir la esperanza”. Quise empezar con esta cita del docente, investigador y académico mexicano Javier Contreras Villaseñor, porque considero que Christian Masabanda, dentro de su propuesta metodológica Miradas sobre el cuerpo, lo ha entendido de manera muy acertada, ya que nos invita a vivir la experiencia de la danza, tomando los riesgos que implica abrir espacios de reflexión que se encarnaran con el movimiento y, además, nos provoca imaginar y construir alternativas de convivencia y cuidado desde la danza.

En varias ocasiones he visto a Christian ejercer su rol de docente, tanto en el ámbito académico como en la educación “no formal”; también he podido experimentar en mi cuerpo su propuesta. Además, un sin número de veces, hemos intercambiado experiencias en torno a la docencia. Recuerdo una en particular en la cual Christian se cuestionaba el término “sobre el cuerpo”, que es parte del nombre de su propuesta. Él mencionaba, en esa ocasión, que esto podría entenderse como una mirada colonizadora e impositiva; sin embargo, según yo entiendo y he vivido Miradas sobre el cuerpo, es reconocer las múltiples perspectivas desde donde se puede entender y aprender el cuerpo.

Quizá redunde en decir que la propuesta de Christian busca y va hacia el cuerpo, siempre con preguntas más que con respuestas. Entiende y estudia al cuerpo desde su construcción anatómica, desde la memoria y la experiencia que lo sostienen, desde los signos y símbolos que genera para comunicarse y siempre cuidará las responsabilidades ético-políticas de poner el cuerpo.

Miradas sobre el cuerpo nos recibe con las preguntas: ¿Qué es el cuerpo? ¿Qué es el otro? las cuales nos guían a plantearnos una definición de estos conceptos, esbozados por cada participante, luego de lo cual Christian comienza a compartir una serie de motivadores espaciales, conceptuales, anatómicos y sensibles, para investigar el movimiento. Quizá mientras se lee estas líneas, podríamos decir que es demasiada información la que nos entrega, pero es puntual y organizada de manera tal que mantiene alerta la atención en los caminos por los cuales se mueve el cuerpo.

Pero Christian no solo agita los cuerpos, también las ideas y las emociones, de manera que comienzan a resonar las citas, los conceptos, las teorías que nos avienta mientras investigamos nuestro movimiento, haciendo que aparezcan cuestionamientos y reflexiones que, mientras nacen, se van encarnando a través del danzar colectivo. No hay oportunidad de jerarquizar el movimiento; el pensar y el sentir conviven y existen juntos en ese instante.

El tiempo siempre le quedará corto, sea cuanto fuese. Ahora hay que aterrizar toda la experiencia. Con las vísceras alborotadas construimos definiciones colectivas en movimiento, con la palabra hecha cuerpo y el cuerpo palpitando de dicha.

Vladimir Montenegro Guachamín

Artista, docente e investigador del movimiento

04/03/ 2022

Taller Miradas sobre el cuerpo de: Chistian Omar Masabanda en agosto de 2021.


ECOS

Y una tarde, entre risas, comprendí que somos “conejillos de indias”, experimentos vivos, un conjunto de hipótesis inacabadas. Ahora percibo que esta forma de pensar, sentir y hacer una clase es un acierto, porque nuestros cuerpos se transforman en cada segundo; porque el ser humano no es sólo huesos y músculos, porque estamos atravesadxs de muertes, añoranzas, despedidas; porque reflexionar y generar conocimiento es una facultad humana; porque la vida danza ciclos y es mejor seguir su ritmo, sentir el frío de la tristeza mientras nuestros cuerpos sudan. Contigo aprendí que la danza es la vida, que es posible mirarnos a los ojos y reconocernos, amar sinceramente al otro… solamente esto has encendido en mí, querido Christian.

Ximena Felicita Llumiquinga

Dúo EscéniKo Kalle LUNA Kalle SOL

01/03/2022


Me quedo con las palabras de Christian Omar Masabanda, que dice: “pensarnos no como cuerpo de la danza sino como cuerpos en la danza”. Parto mi pensar y sentir desde esta frase porque, a lo largo de mi desarrollo artístico tanto personal como estudiantil, me he dado cuenta de que los caminos para llegar a mi accionar dancístico van a ser cambiantes. Digo esto porque nada está fijo en la vida; no estaremos siempre aferrados a una idea, institución, pensamientos y hasta sentimientos, ya que van transformándose con nosotros/as, lo que me lleva a aterrizar en que el caminar no es individual, sino que se lo trabaja en colectividad y esto es algo que he ido descubriendo con el tiempo que, generosamente, me ha brindado los espacios de encuentro en los cuales el compartir se ha vuelto una base importante para el estudio del cuerpo. Si bien ahora me encuentro en un proceso académico formal que vendría a ser una Universidad, no desliga el que aprenda cada día en mi cotidiano, y esto es algo que he ido valorando a través de aquellas metodologías que han utilizado varios/as acompañantes y guías de mi desarrollo dancístico, como Christian quien, en cada encuentro, me ha invitado a llevar un proceso de aprendizaje de doble vía, es decir, de un dar y recibir que abre varias posibilidades de las cuales todos/as nos alimentamos del otro, y que nos transporta a pensarnos desde este cuerpo que habla, escucha, siente, grita y protesta porque, al final, la acción y el pensar del bailar no solo se encuentran dentro de los salones convencionales donde “se hace danza”, sino que están alrededor, en nuestro contexto y en nuestras realidades.

Jessica Lisbeth Pozo

Estudiante de la Carrera de Danza de la FAUCE

02/03/2022


Foto principal: Sofía Tinajero

Fotografías de galería por: 

-Lídice Robles
-Silvia Echevarría
-José Chávez
-Mateo López

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