La curiosidad es el motor esencial...

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Ecos:
Mauricio Bombom.

A mi parecer, en sus clases, Carolina busca un estado de reflexión con relación al cuerpo a través de un recorrido sensible por todas las capas de la piel. La metodología que emplea la docente hace que la visión del cuerpo y las posibilidades de movimiento cambien. Además, te enseña a explorar un estado corpóreo en contraste o semejanza con la cotidianidad. Asimismo, te muestra cómo despertar y activar la musculatura; se toma el tiempo necesario para masajear cada parte y, poco a poco, te da premisas para que busques distintas posibilidades móviles. En conclusión, la pedagogía que aplica la docente fortalece la relación que uno tiene con su propio ser, te permite experimentar con tus propios límites, así como la reconexión consciente entre músculos, huesos y movimiento.

 

Bladimir Malaver.

Me parece interesante y muy bueno que siempre, al inicio de la clase, Caro nos pide despertar poco a poco cada parte de nuestro cuerpo. No es como un calentamiento normal que se hace por partes si no un diálogo mutuo con uno mismo, reconociendo cada parte del cuerpo que se va a mover. El lenguaje, en el momento de compartirnos una información, es fluido, concreto, y principalmente dinámico, porque siempre nos brinda un ejemplo que nos ayuda a comprender mejor la información. El ambiente que forma en la clase nos ayuda a tener más confianza para realizar cualquier pregunta y poder bailar y movernos con más seguridad y confianza.

Las clases de Historia de la danza son interesantes y enriquecedoras. Cuando habla sobre un tema nos transporta a esa época; puedo decir que es por su forma de lenguaje comprensible y siempre acompañado de imágenes y audiovisuales que nos activan un mayor entendimiento.  Mientras ella habla, nos comparte un video en mute sobre el tema, y con más razón siento que entro en esa época, y comprendo lo que pasaba antes en el mundo de la danza y lo que pasa ahora. En lo personal, todo lo que he aprendido me sirve de inspiración para seguir trabajando en mi danza.

 

Nadia Shupingahua.

Se suele decir que los maestros son quienes te guían en el largo camino del saber, no obstante, ser estudiante de Carolina ha significado salir de sus clases no sólo con nuevos conocimientos si no, también con mares y mares de cuestionamientos, respecto al cuerpo, al movimiento, al pensamiento, a la vida en sí misma. Las premisas y consignas que ella brinda en el aula, usualmente vienen acompañadas con su particular sentido del humor, lo cual permite un disfrute diferente, disfrute que luego se convierte en deseo de indagar más allá de lo establecido en los sílabos. Estar en clase con Caro es saber que tienes que esforzarte por darle a tu cuerpo las herramientas de exploración, fortalecimiento y flexibilidad necesarias para que tu danza se vaya puliendo, dentro de las clases de improvisación, por ejemplo, ella suele expresar que el cuerpo no necesita garabatear, al contrario, puede llegar a ser claro, conciso y legible.

Por otro lado, Carolina te incita a cuidar y respetar los procesos de cada persona, sin olvidar el compromiso contigo misma. Ella es de las docentes con las que anhelas trabajar no sólo por su infinita creatividad dancística si no, también, por el nivel de entrega y sensibilidad que tiene al momento de compartir sus saberes, su danza.

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