Vanessa Pérez. Anotaciones de una clase Somática: Un aprendizaje no fragmentado.

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En la clase de Vanesa están presentes 11 estudiantes y un esqueleto sobre el que se apoya para dar indicaciones referentes al tema que aborda.

Vanesa retoma temas trabajados anteriormente; refresca la memoria a sus estudiantes sobre lo ya aprendido e integrado:

– Trabajo preciso sobre el tono que indica cómo el cuerpo se mueve.

– La respiración es una vía fundamental para acceder a la comprensión de la calidad del movimiento. La respiración incluye todos los sistemas.

– Aparato locomotor.

Y aborda el tema del día:

Concepto de independización segmentaria; articulaciones.

Para ello reconoce en el cuerpo las articulaciones.

Primer ejercicio:

Lo secuencial.

Pensando en la segmentación del cuerpo, propone movilizar estas partes del cuerpo donde están las articulaciones, ubicando con uno o dos dedos los lugares desde donde se va a movilizar y articular al mismo tiempo. Por ejemplo: “voy a poner uno o dos dedos sobre la articulación de la cadera para movilizar desde distintas formas, bien apoyando la pierna o despegando”.

Los estudiantes palpan las articulaciones sobre el esqueleto y su propio cuerpo.

Luego trabajan en parejas. Acostadxs en el piso movilizan de manera cuidadosa las articulaciones de su compañerx. Es un despertar del cuerpo, una posibilidad de hacer conexiones respecto al tema.

Luego, en pareja, cada estudiante palpa de manera precisa un lugar del cuerpo para estimular el movimiento desde una articulación. El ejercicio se convierte rápidamente en una danza de exploración.

Segundo ejercicio:

La mitad de la clase observa, la otra realiza, explora.

Punto fijo: cada estudiante decide dejar un lugar de su cuerpo como punto fijo y movilizar sus articulaciones a partir de este impedimento que se convierte en una provocación para el movimiento.

Tercer ejercicio:

De nuevo en parejas, palpan espacios de articulación en secuencia; quien recibe el estímulo responde en movimiento. Luego quien toca se retira y el estudiante sigue su danza, improvisa, explora posibilidades de movimiento.

Cambio de rol.

Este ejercicio se transforma rápidamente en un momento de creación, una danza propia, muy personal.

Es esencial el clima que Vanesa crea, de escucha, atención y respeto. Hay un ritmo continuo y sereno a la vez, y de mucho gozo y atención en sus estudiantes.

La música acompaña al final, cuando los estudiantes ya están en estado de creación. Es un estado que llega como resultado de todo el trabajo de exploración realizado sin presión de resultados.

Cuarto ejercicio:

El grupo se reúne y conversa, evalúa. Cada estudiante comparte su vivencia, hace preguntas y reflexiona sobre la exploración, las propuestas y aquello que ha comprendido.

Observación de clase por Paulina Peñaherrera, diciembre 2021. UARTES

 

ECOS

Narcisa Olvera

Analizar desde dónde parte el movimiento y qué articulaciones se trabajan mediante ello es algo que me parece curioso. La manera en que la clase fue llevada, incluyendo dinámicas en parejas para, de tal forma, poder fijarnos cómo aborda mi compañer@ dicha consigna es algo para aprender y para analizar. Cómo llevo yo todo este trayecto de sensaciones y exploración, dejando una parte de mi cuerpo inmóvil mientras muevo por el espacio otra parte; todo esto me llevó a pensar en movimientos amplios que eran dificultosos de hacer porque todos, de alguna manera, repercutirán en aquella parte que debía estar inmóvil; sin embargo, descubrí que entre más pequeño el movimiento hay más posibilidades de formas, velocidades y energías en un mismo movimiento (práctica somática III, UARTES, enero 2022)

 

Nadia Shupingahua

Sin duda alguna la clase de somáticas significa un respiro para mi cuerpo. Entre días ajetreados, llenos de situaciones estresantes, el miércoles, cuando tenemos esta asignatura con Vanessa, siento que mi cuerpo descansa mientras trabaja. Me parece sugestivo cómo, después de cada sesión, tensiones y dolores disminuyen notablemente; no obstante, considero más interesante aún cómo estas prácticas me han brindado las herramientas para entender y cuidar mi cuerpo de una forma diferente, considerando que anteriormente no tenía conocimiento de cuán relevante es el autocuidado corporal  en la vida de un bailarín, lo cual me ha servido de gran manera para reflexionar acerca de qué tipo de entrenamiento quiero aplicar a mi quehacer dancístico, tomando en cuenta que entrenar no solo significa llevar el cuerpo a otros umbrales corporales, sino, trabajarlo y, al mismo tiempo, velar por su bienestar.

Usualmente las clases con la profesora Vanessa comienzan por un escaneo de todo nuestro cuerpo; en ese momento puedo reconocer cómo me siento, dónde tengo tensiones o molestias. Es entonces cuando, por medio de la respiración, mi cuerpo se va soltando. Siempre me ha parecido interesante que, en tal punto de la clase, soy capaz de reconocer en qué parte tengo en tensión puesto que, por ejemplo, no suelo darme cuenta de que tenso los hombros o la mandíbula.

La siguiente parte de la clase solemos, a veces, trabajar en parejas, lo cual nos ayuda a reconocernos desde otro cuerpo. Considero interesante tal situación puesto que mi cuerpo, con esta dinámica, logra entender de forma muy clara las consignas o indicaciones de la docente, tanto que, incluso después de tal actividad, aún siento en mi piel el tacto de mi compañera/o. De igual manera, cuándo soy yo quien toca al otro, puedo aprender acerca de cómo tratar mi cuerpo y el de la pareja con la que estoy trabajando.

Luego proseguimos a una exploración en movimiento; es mi parte favorita debido a que se aplican todos los conceptos trabajados anteriormente, además de lograr entender el material desde otro punto de vista: el accionar. Como, por ejemplo, cuando estudiamos la radiación umbilical, en la primera parte de la clase pensé que solo se podía hallar posibilidades de movimiento pasando por la estrella; no obstante, cuando empecé a moverme, mi cuerpo empezó a comprender que esta radiación umbilical se puede encontrar desde diversos puntos a distintos niveles de espacio y tiempo.

Otro aspecto que quisiera resaltar de las clases con Vanessa es que en esta asignatura encuentro mecanismos que puedo fácilmente aplicar a otras materias como ballet y contemporáneo, pero ya desde una perspectiva más amable y desde mi punto de vista, más sencilla, ya que, por ejemplo, gracias al tema de la radiación umbilical entendí el arabesque en relevé ya no como una suspensión donde debía mantenerme a toda costa, sino que tan solo debo imaginar cómo todas las extremidades de mi cuerpo se proyectan en el espacio, sensación que me ha quedado muy clara gracias al trabajo en pareja.

Por otro lado, Vanessa también nos brinda interesantes lecturas, las cuales se complementan con lo que se trabaja en clase. Son textos muy sugestivos ya que atraviesan los conceptos y te llevan directamente a la sensación del cuerpo. Curiosamente, a veces se me complica comprender del todo una que otra lectura; no obstante, cuando se socializa con la docente puedo comprenderlo, interiorizarlo y aplicarlo al cuerpo, no de manera perfecta, pero me es más sencillo (Práctica somática III, UARTES, enero 2022).

Finalizo manifestando que la clase de prácticas somáticas es la que me ha ido ayudando a respetar mi proceso de aprendizaje en la danza. Suelo ofuscarme cuando siento que no estoy avanzando como debería; no obstante, docentes como Vanessa trascienden el contenido de la asignatura y te explican que el cuerpo merece ser entrenado sin olvidar cuidarlo, puesto que, como sabemos, en el caso de los bailarines, es nuestra herramienta de trabajo.

 

Karla Ortiz

Era interesante cómo el dar peso al cuerpo y que alguien movilice una parte, en mi caso, me quitaba un poco de conciencia corporal y, por alguna razón, sentía que debía ser parte de ese movimiento era muy raro para mí.  La exploración con mi compañera me resultó de bastante aprendizaje porque, pensaba, de qué otra forma puedo movilizar esa parte o dejarla inmóvil; esto me daba tiempo de analizar y pensar en los apoyos que me podían ayudar. Cuando la exploración fue individual me pasó que fui menos creativa para los puntos inmóviles de mi cuerpo, quizás porque pensaba que me limitaba y que por obligación no podía mover otra parte; en cambio en los puntos móviles esto cambió; era más cómodo, y quizás se deba a que en ejercicios de otras materias hemos trabajado con motores de movimiento y era algo similar. Lo pude relacionar por ese lado.

En prácticas somáticas me he sentido muy bien al explorar con el cuerpo varios temas como el centro, extremidades, agrupación, entre otros. He logrado percibir que he descubierto bastante la fluidez y plasticidad en aquellas investigaciones y que no son para nada forzadas; pero algo malo que me suele pasar es que en otros campos, como la improvisación, me siento bastante bloqueada y pienso que es porque estoy tratando de mostrar todos los elementos que tengo desde afuera y esta fluidez se va disminuyendo ( Práctica somática III, UARTES, enero 2022)

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